Los datos detrás del calentamiento de nuestros océanos

Darse un chapuzón en el océano es una solución antigua para refrescarse cuando las temperaturas suben. Pero cuando el océano está anormalmente cálido, hace más que resultar incómodo nadar. Las olas de calor marinas pueden tener impactos significativos en la vida oceánica, incluido el colapso de la pesca y la muerte de los corales.

Las olas de calor marinas generalmente se definen como cualquier momento en que la temperatura del océano supera el percentil 90 durante cinco o más días seguidos. Esto significa que las temperaturas son más cálidas que el 90% de las observaciones anteriores para una época determinada del año.

Las olas de calor marinas pueden durar semanas, meses o años. Entre 2013 y 2017, una ola de calor marina que pasó a ser conocida coloquialmente como “The Blob” afectó la costa oeste de América del Norte, desde el Golfo de Alaska hasta Baja California en México, con efectos devastadores en todo el ecosistema.

Las olas de calor marinas se encuentran en todo el mundo, incluidos los océanos Pacífico, Atlántico e Índico. Un artículo publicado en 2022, cuyos autores principales son científicos del NCEI, también documentó evidencia de un número creciente de olas de calor marinas en el Océano Ártico. Pero, ¿cómo sabemos dónde y cuándo se producen estas olas de calor marinas? La respuesta son los datos.

La temperatura de la superficie del mar de interpolación óptima diaria (DOISST) del NCEI proporciona la cobertura de datos globales, datos combinados y la producción diaria de productos necesarios para identificar olas de calor marinas y rastrear su intensidad, duración y cobertura de área. DOISST también ayuda a los científicos a identificar tendencias de olas de calor marinas, como el notable aumento en el Océano Ártico.

El NCEI recibe datos oceanográficos de todo tipo de sistemas de observación, como satélites en el espacio, boyas amarradas al fondo marino, boyas a la deriva sobre la superficie del océano y flotadores perfiladores a la deriva. Cada recurso es valioso y los datos forman uno de los archivos más importantes de la Tierra. El NCEI administra la mayor colección de datos sobre la temperatura de la superficie del mar (SST) del mundo y utiliza esos datos para crear productos esenciales para el estudio de los entornos marinos.

Hay varios tipos de productos SST. Algunos se basan completamente en observaciones satelitales que proporcionan una mejor cobertura espacial pero pueden tener sesgos sistemáticos. Otros se basan en observaciones in situ desde barcos, boyas a la deriva y boyas amarradas. DOISST utiliza ambos. DOISST ajusta las diferencias entre las observaciones satelitales e in situ para compensar las diferencias de plataforma y los sesgos de los sensores. El análisis y el mapa asociado se actualizan periódicamente todos los días y cuentan con datos históricos que se remontan a 1981.

DOISST está disponible públicamente para su uso por parte del gobierno, el mundo académico y el sector privado, como en la herramienta Climate Analyzer, frecuentemente citada por los medios y la prensa. La NOAA y otros lo han incorporado a otros productos. Los científicos están aprendiendo más sobre las olas de calor marinas a medida que hay más datos disponibles.

DOISST es la forma en que el Laboratorio de Ciencias Físicas de la NOAA monitorea las olas de calor marinas. DOISST también se utilizó para verificar el desempeño del pronóstico experimental de olas de calor marinas de la NOAA, que proporciona perspectivas globales de la probabilidad de olas de calor en los océanos con hasta un año de anticipación.

El Estado del Ecosistema Marino Nacional (NaMES) de la NOAA proporciona una instantánea de los principales indicadores de los ecosistemas marinos y de los Grandes Lagos de EE. UU., incluidas las olas de calor marinas. Los gráficos de series temporales de olas de calor marinas en este sitio se crean a partir de datos de DOISST e ilustran las tendencias de las olas de calor regionales.

DOISST es uno de los muchos productos integrados que crea el NCEI para apoyar a la comunidad científica en general.